domingo, 11 de mayo de 2008

Regálale tu vida al mosquito, no a un manojo de cables



Sigues y sigues esperando a que yo te diga lo que en verdad tu piensas. ¿Porqué crees que vine aquí? Sería tonto pensar que llegué hasta aca para resolver tus problemas. Y lo que pasa es que tu vas rondando por ahí, esperando a que "algo" te guste; cuando lo que te gusta ya lo traes adentro. Deberías de mejor ir buscando lo que no te gusta, lo que no estaba en tu camino hasta hoy que decidiste. ¿Y qué pasa? Que al final lo lograste, me exprimes en busca de respuestas que anteceden a las preguntas mismas. No sé cual debería de ser el orden, pero sí sé que me falta mucho sueño para además echarme pesadillas que no son mías.
Volveré, sí. Volverás, tal vez. Nos toparemos, quien sabe. En esta vida hay que estar al tanto que el primer y el último encuentro son los únicos que importan, y nunca sabemos cuando llega alguno de los dos. Hoy ya nos vimos, doy gracias y espero que la vida me otorgue con la oportunidad de conocerlos más y que al final, todos ustedes me despidan. Porque más temprano que tarde, me voy de aquí (independientemente de lo que haya hecho mi cuerpo, nunca pertenecí en alma); y me voy contento, porque conocí a todos los que conocí y los conocí hasta donde los conocí. Tal vez se hubiera podido más; pero mientras menos sepas en esta vida, más sabes.
No te digas que nunca te despediste y que nunca aclaraste tus sentimientos a una persona porque para eso estan las miradas. Y tu ya sabes que cada que me ves...
te veo.

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