lunes, 9 de marzo de 2009

La decepción: lenta pero segura




El amor siempre se maneja como que es para siempre porque en el momento donde se plantea su ausencia salen los rencores no abortados de las parejas (ahora x's). Es tan repulsiva su existencia que se les rotula con un tache. ¿Porque siguen sin explicarnos como es que se vive? En la vida adulta, de las primeras consecuencias de no saber como o para qué vivir es la mancha oscura de las antiguas parejas.
Tengo que darle crédito a las relaciones que terminan con alaridos porque son honestas. Los pretenciosos, los que buscan terminar lagrimeando por el bien del futuro nada más estan posponiendo conatos con alguien que ni siquiera juega en tu vida.
Y no juega porque no se aparece, y no juega porque se aparece de más, y no juega porque lo que hace no te afecta, y no juega porque lo que hace lo hace por joder, y no juega porque lo que hace por tu bien esconde un albur, y no juega porque antes no era así, y no juega porque sigue siendo igual que antes, y no juega porque se puso gordo, y no juega porque siempre estuvo fea, y no juega porque ni sabe escribir, y no juega porque nunca le pudiste decir pendeja, y no juega porque cada vez que le dijiste imbécil te quedaste con ganas de mas, y no juega porque es una sombra de tu pasado, y no juega porque es fantasma para tí y no para los demás, y no juega porque nunca jugó y no sabemos amar como es correcto: intensamente de principio a fin y nunca más.

(ahora sí, ahí te ves...)

No hay comentarios: