jueves, 10 de abril de 2014

Yo no soy un perro


Una fuerza jadeante bajo el sol;
La piel negra, el pelaje sombrío;
El filo paciente, babeante,
dejando escapar a las profanas personitas;
Gobernado por el instinto, no peca de ideas;
Aguerrida simpleza que olisquea a los mentirosos, a los más vulnerables y las colas más ricas;
Lobo urbano que no perdona, que guía a su amo o cual león callejea.
Una deidad gamberra que se deja cebar por croquetas de la mano de sus perras.

Perro.
Un perro.
Soy un perro.
No soy un perro.
Yo no soy un perro.

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