miércoles, 7 de octubre de 2015

[que lo saque de este frío asfalto donde tan audazmente se fue a meter y que le devuelva la tierra.]


Las rocas se rompen. Su negación al miedo las deshidrata. La tierra en cambio, más moldeable, un tanto más honesta, las ve quebrarse. Las rocas eran tierra que, envalentonadas a pensarse inmortales, se pelearon con todo. Los minerales son su personalidad, aquello que jamás pudieron esconder. De eso se aferran, con una fuerza amedrentadora, para no tener que escuchar los gemidos de la lluvia. Toda roca se siente avalancha y ya de grande, le suplica a un disperso niño, que a patadas le de vida
[que lo saque de este frío asfalto donde tan audazmente se fue a meter y que la devuelva a la tierra.]
[la tierra recibe, acepta, edifica y, en esta historia también muchas veces, se inventa piedras.]

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