viernes, 11 de marzo de 2011

Habras de saber...



Te debia la cancion.
Asi que baje la espada y tome la pluma.

Y ahora recuerdo,
que la guerra me la dieron ellos, los nuestros.
Pero fuiste tu quien me nombro caudillo,
y mi lealtad te ganaste para siempre.

Muchas batallas hombro con hombro,
muchas noches de consolacion y vino.
Muchas disputas de estrategia,
donde a traves de la pureza de tus zarpazos,
me fui haciendo fuerte y digno.

A la conquista de nuevos territorios parti,
y hoy me bato en el lodo contra ellos, los desalmados.
Contra el que abuse de los desfavorecidos no habra tregua,
mas bien sangre en su camino que sacia mi sed guerrera.
Siempre que mi escudo vibra,
siempre que mi brujula se desbalancea,
mi cabeza se alinea apuntando hacia ti,
aunque no estes,
aunque no te vea.

La raza nuestra,
la unica que es tan pura como maldita,
reclama su libertad al viento.

Y nuestros viejos descansan,
que su bravura y aquel secreto,
pesa sobre los hombros nuestros.

Pronto habras de volar por encima de todos nosotros,
liviano y satisfecho,
de que guias a un pueblo entero,
a la gloria que muchos no aspirarian,
si no se resguardaran
en tu espalda de hierro.

Te debia la cancion.
Y te la pago escribiendo.

Te debo la vida,
y mi complicada alegria.

Por ello mi espada y mi pluma,
las blando cada dia,
honrado de ser,
tu hermano de pesadillas y sueños.

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