lunes, 31 de marzo de 2008

Dejas la cara y te vas




Invirtiendo tu corazón en relaciones fugaces.
Sufriendo por mascotas que tu mismo compraste para sentirte acompañado, aunque sea por un rato.
Esperando que una alarma no programada marque el fin de la procrastinación de tu propia soledad personalizada.
Soltando medias risas de autenticidad cuestionable para que la gente no se de cuenta.
Aburriéndote con tus propios sueños y desperdiciando las pesadillas.
Pidiendo aventón en el cruce entre la majadería y lo patético
Alterando tus sentidos para evitar la introspección.
Sin caminar, sin cuestionar, sin cavilar, sin conversar.
El sonido del metal chocando con el plástico como banda sonora de nuestra obsoleta posmodernidad.
Basta.
Lo ausente.
Lo vano.
La falta de emoción.
Hoy no es un buen día.
Hoy no es de broma.

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