miércoles, 9 de septiembre de 2015

Bagdad, México


Resulta difícil concebir que el acto más significativo de la vida::la muerte, sucederá de forma gratuita, impensada. ¿Cómo permitir que pase de largo el negro del cual se contrasta el blanco? Sin esa dualidad no se es. Nada. Hasta las rocas tienen una duración definida por la inexistencia que antecede y procede a su paso corpóreo. Lo inerte tiene su vida porque tiene muerte: ese momento donde cesa la presencia.
Y tú, después de todos estos años, ¿te vas a dejar morir por sorpresa?
No hemos de morir sin saberlo, sin ejercerlo, sin interiorizar el vacío que nos corresponde.
Singifiquémonos.

Descargo de responsabilidad al héroe que en vida lleva a cabo tal sobresignificación que la muerte no es su complemento, sino la vida misma: los automanifestados.

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