viernes, 3 de junio de 2016

del otro


en cada pared, en cada tenedor mal lavado de fonda cualquiera, en cada cuadro de papel de baño, en cada acento intencionalmente olvidado, en cada juego de viborita perdido, en cada agujeta pisoteada, en cada vieja que te imaginaste que iba a ser tu novia, en cada nube apreciada con cariño desde alguna carretera federal, en cada h silenciosa, en cada vez que bailaste por inercia algún cover pitero de los bee gees, en cada microscópico regurgite del cual no hiciste a nadie partícipe, en cada pesadilla intrascendente, en cada switch oxidado, en cada lata de atún en agua, en cada escalón tropezado, en cada mensaje en buzón de voz, en cada uña mordisqueada, en cada vez que escogiste una playera antes que una camisa, en cada crayola que rompiste, en cada plan, en cada meta, en cada mesero maleducado, en cada carita feliz que dibujaste, en cada idea que te dio miedo pensar o decir, en cada pariente lejano, en cada baño de carretera, en cada alarma apagada, en cada puto que te han dicho, en cada vez que literal y no metafóricamente te has mordido la lengua, en cada faje chafa en la oscuridad de un coche automático, en cada hoyo de calcetín, en cada CD rayado, en cada vez que no te atreverás a llorar, en cada óvulo no fecundado, en cada cinco minutos que has llegado tarde, en cada novela barata, en cada marcha inocua, en cada esguince, en cada barro inoportuno, en cada mosquito, en cada aplauso, en cada pedo, en cada sueño, en cada una de todas las veces que te has dicho que ahora sí, que ya es tu turno, que será distinto esta vez...
ahí vives. no en donde tú crees que vives y que nadie más está ahí y que por eso te siente sólo. ahí no. sino de este lado.

No hay comentarios: