miércoles, 8 de junio de 2016

En cada piso vive un judas sin cena


Se iba temprano de los funerales y era el último en las bodas. Jugaba adivinanzas con los niños y era crudo con los mayores. Parecía feliz por fuera y en sus ratos a solas acariciaba, como si fuera un ratoncito, a su enquistada soledad. Era uno más de muchos pero como el había pocos.

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