Los días que han pasado sobre nosotros nos ayudan a saber hasta donde podemos llegar, desde donde venimos. Tal vez algún día puedas entender la realidad de otros miles; pero la verdad es que faltan ganas. Los que tienen las ganas no tienen alcance y los que tienen alcance tienen compromisos.
Siempre hay un pretexto para dejar prendida la luz y siempre hay luz para tener pretextos. Vendría más a la mano, que sin luz y sin pretextos todos generemos un nuevo orden donde las discuciones, los enojos, las tentaciones persistan; pero sin hambre y sin balas.
La manera en la que actúes los próximos quince minutos sin duda definirá el resto de tu vida; pero a veces nos perdemos entre papeles, tenedores, volantes y antenas; y esos quince minutos de renacer se vuelven en horas de perdición.
Toda la vida hemos sido demasiado jóvenes para nuestro momento, la madurez es una clara señal de que sobrevivimos. No la esperes cuando yo esté a tu lado, sin importar los segundos o años que pasemos juntos. No planeo sobrevivirte, a lo más morir de tu mano.
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