miércoles, 28 de mayo de 2008

Infamia



De alguna manera la nostalgia no deja de invadir las mañanas y las noches. No importa lo bien que este durante el día, las actividades que realice (solo o acompañado); siempre que me acuesto viene la añoranza a esa melancólica soledad que tanto tiempo me acompañó. Todo es vicio hoy por hoy. Mientras esperaba la llegada de alguien más yo me volví adicto a sentarme solo en los escalones de casa durante la noche, para esperar un amanecer más esperansador. Ahora que ya llegó y que duermo en las noches, por la mañana pienso que todo ese tiempo lo perdí entre sueños y que mi calma mental es síntoma de estar languideciendo. La falta de conflicto, el que tenga tiempo para pensar en esto, la serenidad del panorama sólo viene a rectificar que siempre queremos lo que no tenemos.
No es falta de sentimiento. Es falta de error. Y sé que la estoy cagando. Antes de hacerlo ya lo sé. Pero siempre he creído que si he de cagarla mejor hacerlo antes para lastimarnos más pronto y tenga más tiempo en mi tormenta donde pueda lamentarme por los silencios autoinfligidos. La soledad vuelve a arroparme con su transparente velo, ese que nunca ha hecho sentirse protegido a nadie.
Supongo que sólo la muerte, cuando se presente por primera vez por estos rumbos me obligará a ver las cosas claros y saber que es qué.
Cuando ya no tenga sueños podré dejar de tener pesadillas.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Para qué carajos, ya es una idea completa



A mi no me importa (y lo digo para que parezca que a alguien le importa)

No me importa si sonríes o no.
No me importa de que color vas y a donde vas.
No me importa con quien duermes o con quien te levantas.
No me importa si saliste de esta relación antes o después que yo.

No creo que a nadie le importe que he sido adicto, en más de una manera.
No creo que les importe si estoy planeando mi escape.
No creo que mis pesadillas sean temas de conversación en mesas ajenas.
No creo que tu des algo por mí, ahora, antes o después.

Y a todos nos vale el resto, porque no somos nosotros.
Todos pensamos y decimos que vamos a estar ahí, pero nos mentimos tantas veces...
Y todos cantan como si les doliera,
todos se abrazan como si lo sintieran.

No va por ahí,
no va para ningún lado porque no tiene rumbo.
Si mis amigos no lo hacen, tu menos.
Si yo no lo hago, mis amigos menos.

Ya qué mas da, las palabras solo etiquetan lo que ya pasó.
Lo que no podemos solucionar.
No vengas a enmendar almas cuando la tuya esta rota.
El dolor no es un lenguaje en común, no es lenguaje y no es común; así que evítemonos hablarlo como si lo entendieramos y como si nos pasara.

Les incomoda la carencia de optimismo, creen que se contagia.
Les icomoda y por eso pretenden que no existe,
y lo que no existe no importa.
Si yo no soy importante y tu no me importas... pfff

domingo, 11 de mayo de 2008

Regálale tu vida al mosquito, no a un manojo de cables



Sigues y sigues esperando a que yo te diga lo que en verdad tu piensas. ¿Porqué crees que vine aquí? Sería tonto pensar que llegué hasta aca para resolver tus problemas. Y lo que pasa es que tu vas rondando por ahí, esperando a que "algo" te guste; cuando lo que te gusta ya lo traes adentro. Deberías de mejor ir buscando lo que no te gusta, lo que no estaba en tu camino hasta hoy que decidiste. ¿Y qué pasa? Que al final lo lograste, me exprimes en busca de respuestas que anteceden a las preguntas mismas. No sé cual debería de ser el orden, pero sí sé que me falta mucho sueño para además echarme pesadillas que no son mías.
Volveré, sí. Volverás, tal vez. Nos toparemos, quien sabe. En esta vida hay que estar al tanto que el primer y el último encuentro son los únicos que importan, y nunca sabemos cuando llega alguno de los dos. Hoy ya nos vimos, doy gracias y espero que la vida me otorgue con la oportunidad de conocerlos más y que al final, todos ustedes me despidan. Porque más temprano que tarde, me voy de aquí (independientemente de lo que haya hecho mi cuerpo, nunca pertenecí en alma); y me voy contento, porque conocí a todos los que conocí y los conocí hasta donde los conocí. Tal vez se hubiera podido más; pero mientras menos sepas en esta vida, más sabes.
No te digas que nunca te despediste y que nunca aclaraste tus sentimientos a una persona porque para eso estan las miradas. Y tu ya sabes que cada que me ves...
te veo.

sábado, 3 de mayo de 2008

Gral Trost murió en los brazos del Lic. De Zasson



El problema de traicionar es que no es un lujo ilimitado para el ser humano. Antes de nuestra primera traición, sin saberlo, el número de personas que hemos logrado envolver alrededor de nosotros determina el número de traiciones a las cuales tenemos derecho. Cada traición que uno realiza, sale de un talonario limitado y con fecha de caducidad. Traición, tras traición, vamos aislándonos de los lugares donde vivíamos y de las personas que nos rodeaban. Así hasta la penúltima traición donde ya estamos solos, nadie ni nada siente aprecio por nosotros, ni existe la intención de saber si estamos en la miseria o no. Sólo la última traición, la que nos hacemos a nosotros mismos, nos devuelve al entorno familiar, conocido y todos celebran con gran pompa nuestro regreso; pero después de esa traición la verdad es que solo queda sonreír y pretender que no estamos muertos por dentro.