sábado, 30 de agosto de 2008

Av. Pendejadas


Siempre fuiste el mejor en lograr que la gente estuviera sobre tí. Haciendo méritos para que después de cada noche todos se sintieran mal por tu (otra vez) desastrosa interpretación de los hechos. Y no, no te vas con la tuya. Te engañas pensando que muchos no tienen problema. El problema eres tú. Y no piensas cambiar. No vas a cambiar. No hasta que estes solo. Loso otrs piensan que tarde o temprano vas a regresar con disculpas en los bolsillos rogando compañía. Lo más grave es que tu terquedad te priva de aprender la lección y cuando estes solo va a ser justo eso: solo y ya.
Solo.

Haciendo de tu vida una tragedia cuando ni lo es, ni tiene que ser así.

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