viernes, 10 de julio de 2009

To Be Myself Completely


Regocijar en la nostalgia:

Es de las acciones más innatas que tiene el hombre. Muchos huyen del sentimiento por carencia de fé en sus recuerdos. Ahora bien, nosotros los regocijadores, nos entregamos constantemente al momento.
Empieza por darte a la caída dominical del sol, en el camión, en la carretera o aquellas mañanas donde no podías salir a recreo. Luego lo vas encontrando en los viajes. Te mueves de lugar a lugar y vas encontrando esos momentos de manera más repentina en las despedidas que apenas son bienvenidas. Viajas sabiendo que el camino nunca vuelve a pisar por de vuelta, y donde es inevitable extrañar a aquellos que nos han marcado. Y terminas por dominarlo y provocarlo casi adictivamente. Lo catalizas con canciones de Belle & Sebastian, suspiros y asomándote a la nube más cercana.
Creo yo que tiene que ver conque son instantes en los que te encuentras en movimiento absoluto o nosotros con el entorno quedan completamente estáticos. Y es en esos opuestos que uno tiene la capacidad de tener perpectiva de la vida misma. Lo primero que vienen son los recuerdos de eventos recientes o largamente olvidados, da igual. Luego te afirmas a tí mismo con pequeñas conclusiones que se vuelven accesorios de nuestro andar. Y por último quedas en estado de total contemplación, liberándote de tu propia mente por contados segundos.
Estas melancólicas esferas que nos llegan o nos regalamos tienen un poder adictivo de corte violento. Su peligro radica en que se alimentan de la memoria, que si no es constantemente surtida de experiencias, se carcome a sí misma. Por lo tanto, nosotros, los regocijadores, tenemos la bella responsabilidad de vivir siempre hasta el límite de la satisfacción. Nunca pensando en lo que no sucedió sino siempre con la mira en lo no se descubre... aún. Llevándonos a ensanchar nuestra vida con anécdotas multifacéticas el día de hoy. Siempre con el día de hoy.
Para que cuando mañana nos sorpenda una canción de Jim Croce, tengamos material para regocijar.

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