miércoles, 24 de diciembre de 2008

Extrañar invariablemente es redundante


(aún cuando se extraña lo aún inexistente)

No tengo que decirte que pienso en tí todo el día para pensar en tí todo el día pero igual te lo digo para que sepas que pienso en tí todo el día.

Nada más saber que esto puede llegar a ser real es suficiente para estar "insatisfechamente" satisfecho.

A pesar de lo obvio que es para cualquiera nuestro fin juntos, igual siento en tu mirada el vértigo de querer entregarme al cien de ahí para siempre.

El amor es al momento.

Una vez más me veo asaltado y saboteado por mis propios sentimientos que una tras otra han probado ser más fuertes que mis ideas...

(y eso que ahí también posees jurisprudencia).

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