
El lugar no es tuyo; ni llegaste primero, ni eres dueño de lo que es de todos.
Puedes hacer las reglas para que parezca que no existimos.
Llegaste para exprimir, para hacernos a tu medida.
Ahora nuestros hijos te usurpan aquellas ganancias mal logradas, mientras que tus bastardos buscan parecerse a nosotros.
Violaste a nuestras madres.
Ahora tus hijas se abrazan a nosotros.
Si no quieres enfermarte, no vayas a casa del enfermo.
Si sólo quieres hablar tu idioma, quédate en tu lado de la acera.
Y si crees que eres mejor que nosotros, sólo espera. Espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario