viernes, 9 de marzo de 2012

Kiribati: Año Nuevo, Vida Nueva

Existió un lugar, que tú nunca conociste.
Nació tiempo atrás, porque un dios aéreo le fue soplando vida. Azul marino, palma seca y canticos rebeldes fueron los ingredientes empleados para cocinar una nación que con orgullo fue existiendo.
¿Qué somos los humanos, si no animales que se jactan de merodear por las esquinas de este esférico planeta? El mérito de los sabios, son sus sólidas pisotadas de su trono a la cama, es haber respirado al viento en todas sus direcciones y haberlo exhalado a su prole. La bocanada de razón, que pega duro para planchar al cuerpo necio y luego amanza con ternura, se nutre de generación en generación.
Así sucedió por milenios.
Hoy, de pie ante el horizonte, te llega la brisa delirante. Te eleva primero, únicamente para arrastrarte con más furor. Te machaca hasta hacer sonar la arena. Exprime tus mentiras. Te devuelve lo sincero.
Castigado apuntas hacia el cielo. ¿Porqué a tí? ¿Porqué ahora?

Porque la patria a la que nunca fuiste, más por ignorancia que por impedimento, no existió; sino que existe. Respira agitadamente sus últimos instantes. Y no apela al socorro. Muere digna contemplando serenamente su fin.
Y el dios, encabronado y falto de muelles llega hasta tí. Más que maldito habrías de sentirte halagado.

Te toca porque a sí. Así es la cosa.
Y te toca para que te prepares.
Porque sin tus hermanos guerreros, pedir auxilio es insensata mariconada.

Existe un lugar, que tú nunca conociste...
Pero que vas a extrañar.

No hay comentarios: