lunes, 16 de abril de 2012

Hondo y Hundido

Correré tan lejos como pueda. Volveré a ser yo las veces que sean necesario. El plastico ya no será un obstáculo. Las cosas que se hagan bien, serán parte de los errores futuristas. Seguiré desmadejando. Nunca pararé. Carburaré eternamente siendo un motor de dudas. Me mantendré irresuelto. A prisa. Dormir poco. No cerrar los ojos tanto. Respirar la vida cuando ya no escuche. Tendré más relaciones con más mujeres no nada más de noche. No importa que el sexo ya no exista. Romperé mis huesos antes de criticar. Nunca hables sin contemplar el dolor que el otro ha vivido. Perderé mi escencia. La bañaré en un río. La dejaré perdida. Y un día al volver a casa, cual casa, estará ahí, esperandome desnuda y sin pedir perdón. Me cortaré los dedos. Despreciaré mi sangre. La cambiaré por sueños. Las pesadillas al final son sueños. Me mantendré iluso. Seguiré onírico. Nuevas mañas. Nuevos complejos. Peldaños para llegar más profundo. No es de arriba y abajo. Los lados son gustos. Es de llegar adentro. Yo correré hacia adentro. Clavos, clavados, lásers, espirales, arponazos, tragos y jeringas. Hondo y hundido.

Somos devoradores y yo estoy comido. Voy a mi rumbo, deprisa y cojeando. No me platiquen que me vuelvo mundano. Mi caparazón ya no existe pero no lloro, me aburro. Esperando el conteo. Queriendo ser más como me gustaría ser de forma espontánea y de repente, con toque divino pero ganado a pulso para que nadie critique, todos ansíen, sonrían y lloren de verme en cohete directo a la muerte sin darme cuenta que ya pasó el día que libraré la noche y que todo empezó antes de planear la ceremonia. Apenas vamos en el primer plato y ya queremos saciar el apetito. Glotones de gula. Queredores del querer. En este mundo para ser hay que tener, mas primero hay que hacer. Y todavía no llega la sopa. Honda y hundida.

No hay comentarios: