qué vamos a hacer se preguntaron ya arribados al nuevo planeta si en verdad somos los primeros entonces éste es un lugar sin reglas si no hay leyes también los errores se suspenden en este mundo sin errores cómo vamos a distinguir los aciertos nunca sabremos cuando vamos por buen camino la moral la ética la física los compromisos todo empezó a flotar lentamente somos los dueños de un planeta nuevo las copas brindaron por sí solas el limoncello y la saliva comulgaron en las alturas la misma piel ya no apretaba como antes la libertad absoluta regala tanto que entre ellos se vieron con sospecha ambicionaron más espacio inmediatamente a la redonda no se veían nuevos planetas a lo lejos vieron a una mano no era alguien tan sólo una mano las llemas sobaban el piso como si fuera un piano escucharían los dedos el burdo silencio que tejían tan noblemente no era de ellos el planeta si a alguien le pertenecía era a esa melodía que nadie escuchó si estaban en la gloriosa recta final de la pieza o en los primeros acordes no lo sabían con un mundo entero por descubrir lo primero que buscaron fueron más planetas la verguenza los empujó imperceptiblemente de vuelta al suelo cómo hacer un nuevo mundo cómo hacer para no acabar como antes con el viejo muy en silencio bajo la veta de esa música invisible cada uno escuchó una brújula palpitar dentro de ellos
las llemas levantando el polvo escoltaron al nuevo compás
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