Sin tí aquí, todavía en coma, escucho el piano que dispara tus recuerdos.
La química nostalgia, el desbalance y el desafecto, irrigan la frustración que ciñe mi cabeza. Me convencen que yo conmigo soy inevitable.
Ya no veo el sentido en negar la fatiga. No quiero entender si existía otra manera.
Galopé hasta hoy. La barda y el lodo crecieron; o tú y yo nos encogimos.
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