jueves, 17 de marzo de 2016

frac#asado#


Tenemos una romántica idea de nuestro ser y nuestra locura. Nos creemos pasionales, virtuosos, desenfrenados. 'Quesque' por eso fracasamos en (a veces) todo lo demás. Por culpa de nuestra adorable demencia. Lo único cierto es la adorabilidad del tema.
Siempre de vuelta a esa firme creencia que somos rockstars mundanos devorados por el sistema que alguien, aunque sea nuestros amigos más cercanos, van a extrañar. No es cierto. Por eso somos tiernos.
Todos nosotros así somos... -excluye a tus amigos exitosos, carismáticos, plenos-.
Somos seres mundanos autofagocitados por una inquebrantable alianza entre el sistema y nuestra muy mediocre [y muy tratable] locura; que siempre nos hace saboteables para nosotros mismos.
Sí la locura de Einsten.
Sí la de Lennon.
Hasta la de Iggy Pop.
La nuestra no.
La nuestra no es de catálogo. Ojalá fuera, por un día al menos, de libro vaquero. No lo es. Y ni nuestros íntimos amigos platican de nosotros-los-pasionales-y-virtuosos cuando no estamos. En cuanto salimos de la puerta dejamos de existir para todos.
Nadie aprecia quien podías haber llegado a ser. Nadie extraña los sueños que no alcanzaste porque estabas confundido en ti mismo. Tu no hablas así de nadie. Nadie habla así de ti.

No hay comentarios: