martes, 15 de julio de 2008

Hazme Valer


No se porque pero igual sé que eres tu. Eres tu quien tomó posesión de mi cuando no se suponía que fuera así. Lo correcto o lo real ya queda a juicio de quien lo sepa y de quien lo ignore. Yo, que conozco todo lo que pasó y soy cómplice de nuestro silencio me siento aterrado.
Aterrado de no saber que es lo que me conviene. Lo que le conviene a ella. Lo que te conviene a ti. Pasar por alto lo acordado para zambullirme en tu inocencia, dejando afuera de nosotros las malas miradas y las lágrimas provocadas. Hacer lo que se espera de mí y no voltear de nuevo a verte (con la ilusión eterna y desgastante de ver de reojo tu sombra). Mandar todo por la borda y empezar de cero pero con la deuda a este gran sueño que formulé en el tiempo que no te tuve. Decisiones que me encantaría poder dejar en el poder de un simple dado.
Y dado que no es uno sino varios los corazones en juego es difícil dejar las cosas al azar. Es que si tú me lo pidieras yo me podría entregarme tan fácilmente. Todos los posibles escenarios que he vivido y las oportunidades de obtenerlos se vuelven patéticos cuando creo en lo que tu y yo podríamos crear. Eres tú quien asesina todas esas personas que viajan conmigo que fui y ya no quiero ser. Dulces y dolorosos impactos en el pecho con balas de salva.
Por favor salva a quien puedo llegar a ser y ya no quería serlo. Enséñame que puedo derrumbarme y volver a empezar, sin seguir este paso maltrecho. Tú vales mi vida y la tuya. Todo se torna tan perturbador y pálido cuando no veo tus ojos; pero no lloro, porque sólo a ti te puedo dar mis lágrimas y mi felicidad.
Felicidad es el valor inconstante del que todos queremos pedir prestado a cada momento; y no se puede confiar en ella por lo mismo. No puedo confiar en mis decisiones porque estoy entre tantos que no puedo avanzar sin pisar a alguien más. No quiero confiar en mis decisiones porque no quiero participar en mi propia miseria.
Sería para mí lo mejor que llegaras en este instante y me dijeras que tengo derecho a ser nuevamente feliz contigo. De otra forma creo que mis cadenas pesaran más por el momento. Lo que no me atrevo a decirte pero yo lo tengo muy claro es que en este instante en este lugar te amo más que nunca. Sí te amo. De verdad que te amo y la frontera en mi boca y los límites que impusieron los que juzgan me impiden hacértelo saber. Pero te juro que hoy más que nunca te amo a pesar de la incertidumbre. Te amo tanto y con tanto silencio.
Silencio.

No hay comentarios: