jueves, 26 de noviembre de 2009

EntErrado




Tu estado de anímo no es más que un síntoma de tu forma de ser.
Tu culpa.
Tu melancolía.
Tu esperanza.
Son manifestaciones de lo que ya eres.
Para digerirlas.
Entenderte.
Tienes que sucumbir no ante lo que siempre has sido, sino a la creación actual de tí mismo. Reconocer que el porqué de tu estado no deviene de las circunstancias. Éstas a lo mucho, le dan cause a tu éterea figura.
Lo que sientes es lo que escogiste ser.
Lo que sufres, lo haces porque prefieres no padecer otros acontecimientos.
Para evadir las afecciones hay que renunciar a elementos que te conforman. O mas que esquivar, hay que tener la humildad de aceptar son sub-producos del sistema que diseñaste.
Cada día que siento el daño que te hice, tengo que reconocer que para quien soy no había otra opción.
Lo grave de comprender la imposibilidad de mi miseria hace de nosotros el blanco y negro más gris que se haya visto.

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