martes, 15 de noviembre de 2016
Los abscesos pueden formarse en casi cualquier parte del organismo.
Mi hija se enamoró de una cuchara en la secundaria. Yo pensé que era algo para irritarme o alguna broma sexual. Se casaron el año pasado. A pesar de que en un inicio reprobé la relación, mi mujer me acabó convenciendo que no tenía sentido el pedir explicaciones. Acepté a la cuchara y me vi obligado a pedirle una disculpa. Lo que hoy en día me parece más extraño es que no tenga un nombre propio. Tal vez es algo que mi hija me esconde por miedo a que yo denuncie la unión. Quiero pensar que por eso no fui invitado a la ceremonia.
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