martes, 12 de septiembre de 2017

Ni hoy, ni en veinticinco mil años


En 25,000 años no habrá rastro alguno de mis palabras. Tal vez entonces sean aún más importantes que hoy.
Que nadie sepa quien eres significa más que el silencio nocturno que se evapora al medio día.
Que nadie sepa quien eres es una llave a ver los capullos que se asoman entre las grietas de oscuros callejones, a escuchar con paciencia los ronquidos de bestias violentas, a sin haber leído esto, saber que yo te necesito a ti.

No hay comentarios: