martes, 15 de julio de 2014

De más noche


Espío a los vecinos cenando. Me dan la espalda. Ríen. El la escucha mientras se mete un pan a la boca.
Lo demás es una noche que sin pedírselo destierra mi pecho. Me recuerda, una vez más, que pretendo que me abandones. Por supuesto que me siento un ingrato.
Tu aún no vienes en camino.
Dibujo los años que quedan así, viendo al plato cuando siento que podrían voltear hacía mí. Esta soledad me exige devoción, no sé desde donde pero sí desde cuando. Ahora el comedor está vacío. Una lámpara en la mesa de noche se prende, nada más.
Hay menos luz aquí también. Tú no llegas y yo te traiciono con el mismo eclipse del que me abrazo cuando -por él- las he abandonado.
En aquella ventana se cae la lámpara y lo demás es noche.

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