lunes, 30 de marzo de 2015
vías vigas y vagas
Esperar o merodear alrededor de un aventón son pasos certeros hacia el frente cuando se es migrante. Pertenecer es un llavero y arribar sabe perpetuamente a la mitad. Son piratas, son errantes, son cazadores de las mismas oportunidades que les fueron usurpadas antes de ser de un pueblo, antes de que la justicia se desplazará en caucho y pavimento. La ropa y el idioma van y vienen. Se queda tatuada la canción donde nunca hubo papeles pero pero sí un íntimo destierro.
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