Y toda la noche quise que sonrieras dormida.
Porque entonces el insomnio es mágico.
Tantos momentos juntos sin que supieras,
Te pienso, te espío y robo -instantes, gestos, suspiros-
Que regalas sin contabilizar y que yo inventarío
Para nunca extrañarte:
amuletos hurtados que llevo conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario