domingo, 24 de julio de 2016

Una historia doblada


Todos los domingos, a solas, Marie cena rencor. Lo masca sin prisa. Rumía venganzas que nunca hace y que, según su hermano Robert, nunca hará. El sabe de estas cenas. El sabe del veneno que esconde Marie. El cree, después de cuarenta y seis años de conocerla, que ese veneno a la única que está matando es a su hermana. No intenta curarla. Eso solo lo enlista en las personas que el domingo por la noche Marie recuerda. Robert, por su vida y la de su hermana, la deja cenar a solas al cierre de cada semana.
El martes por la mañana, en el periódico, ha salido la nota. Marie F. asesinó a una madre y sus dos hijos. Robert tira el periódico a la basura y se va al trabajo. De camino para en una cafetería. Entra y se sienta en el taburete de siempre, a solas. Robert, todos los martes, almuerza indiferencia.

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