jueves, 27 de abril de 2017

Cupiente


Hay un cáncer en lo profundo del rincón más ácido de una tripa que se preocupa cada mañana por una nación que ya no existe. Lejos del sol y sin oídos, con la paciencia de un cocinero viejo, se pliegan membranas que buscan llegar a un tamaño digno de ser asociadas con la muerte.
Sin letras y sin castigos//Ignorantes del horario debido//Nunca planeando pero siempre al ataque//Raíces que no existen pero viven aferradas a la vida ajena.
Se desploman en cementerios, lejos de la trifulca bélica pero a ras de cancha de la madriza y violación sistémica de un falo acarreado en wi-fi.
Sin medallas, sin batallas// en prudente silencio y silente penitencia// cancerosos con sobrepeso// y reducida autoestima.

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