miércoles, 21 de diciembre de 2011

Malas Influencias

Nació roto. Se pudrió con los años. Vivió enfermo. Contagió a su madre. Yo lo ví desde chico. Es él. Por cada uno cómo el, hay otro que saca al baile a tu hermano.
Ídolo de titanio relleno de ecos macabros.
¿Quien te condujo aquí, conmigo? Traes manojos de dudas y los puños bien cerrados. Te partiste la madre. "Ya sé." Te partes la madre. "Ya sé." Me partes la madre... nada más peligroso en tu comedor que aquel que no escucha, pero ah como ladra. "Es yo." "Soy yo." "Es mío."
Perro rabioso que desconoce cuando siente el calor de la amenaza en los güevos.
Rata elegante que presume no haber trabajado, no busca aprender las cosas comosón.
Las cosas no son comosón. No cuando uno se para el cuello para esconder su catarro discursivo.
Perro que ladra no muerde.
Pero en este país de ladridos las mordidas no importan.
Ya nadie escucha.
Colmillos podridos... en corazones descontentos.

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