jueves, 26 de mayo de 2016
ruido clemente
No necesito mi pasado, ni mis ideas, ni gran parte de mi cuerpo para estar contigo. Por eso me mutilo, para no pesarte. Con un ojo, dos piernas, unos cuantos dedos y la posibilidad de un futuro me basta. No necesito que me veas de día y deforme. Con un rato a solas, de noche, tu y yo, lo demás no es tiempo perdido. Sin exigencias torcidas, ni apariencias perecederas, nos permitimos marchitarnos, diluirnos, transgredirnos y juntos, del viento inacabable, impregnarnos.
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